En el marco de la emergencia sanitaria nacional, el Hospital Pablo Arturo Suárez - HPAS, fue designado como hospital centinela para atención de pacientes COVID19 en la capital, por lo que, el Hospital General Docente de Calderón -HGDC, acogió la especialidad de Traumatología y Ortopedia de esa casa de salud, sumada a las 37 especialidades existentes en Calderón, así también, suma la atención de los pacientes crónicos a partir del mes de marzo del presente año.
Las autoridades del Hospital Calderón realizaron trabajos de ampliación y repotenciación de la Central de Esterilización y Centro Quirúrgico, con la finalidad de abastecer el incremento de la demanda de procedimientos quirúrgicos e insumos estériles, debido a estos nuevos servicios incorporados.
La Central de Esterilización es un espacio que proporciona permanentemente la esterilización de los equipos, instrumental quirúrgico e insumos, utilizados en los diferentes procedimientos quirúrgicos de un hospital, por lo cual, su capacidad de producción está relacionada directamente con el efectivo funcionamiento de los quirófanos.
Al ampliar el espacio físico y equipamiento de este servicio, una unidad de salud puede habilitar más espacios para cirugías, así como incrementar la cantidad de pacientes atendidos.
Este proyecto de repotenciación que arrancó a principios de abril y que ha tomado varias semanas para su implementación, se realiza mediante un contrato de apoyo tecnológico con la empresa privada, para la dotación de equipamiento de esterilización a vapor y en peróxido de hidrógeno, selladoras, incubadoras para indicadores biológicos, estaciones de lavado, lavadora termodesinfectadora, entre otros, así como adecuaciones en la infraestructura para la ampliación en más de 160m2 del área, instalación de sistemas hidrosanitarios, filtros de limpieza, equipos de esterilización, distribución y redes eléctricas.
Estas adecuaciones que se han finalizado con éxito, sumadas a la incorporación del personal especializado del de los servicios del Hospital Pablo Arturo Suárez que se integraron a Calderón, potencializan las cirugías programadas, ambulatorias y de emergencia, de esta casa de salud, habilitando para su funcionamiento permanente 4 quirófanos adicionales, a los 6 utilizados habitualmente.
El Hospital Docente de Calderón, inaugurado hace 5 años, atiende a más de 980.000 beneficiarios de las parroquias del norte de Quito y provincias aledañas y con esta ampliación, incrementa desde abril, su población beneficiaria a más de 1’500.000 habitantes, sumando a la población beneficiaria del Hospital Pablo Arturo Suárez en varias especialidades.
Producto de un accidente casero, Herlin Saltos, paciente del Hospital General Docente de Calderón, ingirió una substancia cáustica que quemó gran parte del interior de su cuerpo, lo cual casi le arrebata la vida. No obstante, luego de los múltiples tratamientos realizados por parte del personal de salud del Hospital, hoy se encuentra estable, y con el deseo ferviente de continuar con su vida.
“El paciente llegó con quemaduras, principalmente de su esófago, y con riesgo de mediastinitis. Estuvo hospitalizado en la Unidad de Cuidados Intensivos por varios días, luego de realizarle los procedimientos necesarios logramos estabilizarlo. Actualmente respira por sí mismo, sin necesidad de oxígeno”, explicó la doctora Gabriela Zambrano, médico internista del Hospital General Docente de Calderón.
Al día de hoy, Saltos suma un poco más de un mes hospitalizado en el HGDC, tras este tiempo, asegura haberse recuperado en un 80%. “Me siento excelente, con ánimo para volver a mi vida normal y continuar recuperándome. Aquí en el Hospital me han atendido muy bien”, expresó.
Si bien su progreso ha sido positivo, el paciente tendrá secuelas que tratarán de ser regularizadas con el tiempo, como el habla y la alimentación. “Actualmente, tiene dificultad para hablar, debido al traqueostomo temporal que tiene colocado, el cual será reemplazado por uno permanente que permitirá su comunicación normal. Asimismo, su alimentación se realizará a través de una yeyunostomía, a la espera de que su organismo recupere su función y pueda volver a deglutir los alimentos como antes”, añadió Zambrano.
El trabajo conjunto de las diferentes áreas del Hospital fue vital en este caso. Gastroenterología, Medicina Interna, Cirugía Cardiotorácica, Cirugía General y Psiquiatría; son los responsables del estado actual del paciente, el cual está convencido de que los médicos le han dado una nueva oportunidad de vida.
“Aquí en el Hospital me han tratado como se merece un convaleciente, con mucha paciencia, incluso mejor que en una clínica privada. Además, todo es gratuito, para quienes no tenemos los recursos económicos necesarios, es de muchísima ayuda. Estoy muy agradecido, me salvaron la vida”, finalizó Saltos.
Como parte de los servicios sociales que se brindan a los pacientes hospitalizados en el Hospital General Docente de Calderón (HGDC), se encuentran los Tambos de Lectura del Ministerio de Cultura y Patrimonio, programa dirigido específicamente a niños, niñas y adolescentes; con el objetivo de estimular la práctica de la lectura.
El objetivo es garantizar el acceso, permanencia, aprendizaje y culminación en el sistema educativo de los menores en situación de enfermedad, hospitalización, tratamiento o reposo médico prolongado; recibiendo una atención educativa en forma colectiva o personalizada, integral y de calidad, mediante la continuidad de su proceso de enseñanza aprendizaje en el contexto educativo hospitalario.
Si bien este proyecto no es parte oficial del programa Aulas Hospitalarias del Ministerio de Educación, lo complementa, ya que ambos son impartidos en los mismos espacios y para el mismo público dentro del Hospital. “Tenemos un procedimiento habitual, la profesora del Ministerio de Educación recibe los informes del personal médico, los cuales nos indican quienes están aptos para acudir a las aulas hospitalarias, y a quienes debemos visitar en las habitaciones”, informó el licenciado Vinicio Haro, mediador de lectura del Ministerio de Cultura.
Según el cuadro clínico, la edad y las necesidades de los pacientes, los maestros enfocan el tipo de mediación lectora a utilizar, siempre apuntando a que no sea algo forzado u obligatorio, sino que sea didáctico, divertido, interesante y sobre todo consciente en los chicos.
“Este programa entró en funcionamiento desde el mes de marzo en el Hospital Docente de Calderón con muy buenos resultados. Pienso que tiene que ser secuencial, una política de Estado a nivel nacional para que no se interrumpa. Es muy importante que este servicio esté al alcance de la ciudadanía en espacios no convencionales como los hospitales”, agregó Haro.
Durante estos 4 meses de labor en el Hospital, el programa Tambos de Lectura ha beneficiado a 102 pacientes, los cuales están comprendidos entre las edades de 3 a 14 años. Es importante resaltar que el gusto por la lectura se ha acrecentado en los pequeños, para saberlo, sólo hace falta mirar el interés que le ponen a sus sesiones diarias.
Como parte del equipo multidisciplinario de fisiatría del Hospital General Docente de Calderón (HGDC), está el área de terapia de lenguaje, la cual se enfoca en los trastornos de lenguaje, habla y audición; tanto en niños como en adultos con y sin discapacidades. El 8 de junio de cada año esta rama tiene su día de conmemoración, en donde se rinde homenaje a los profesionales que día a día aportan al desarrollo comunicativo de sus pacientes.
“Realizamos diversas terapias para los pacientes, de acuerdo a su edad y a las patologías que presentan. Los niños suelen presentar parálisis cerebral, déficit intelectual, autismo, discapacidad auditiva y desfase en el desarrollo del lenguaje, entre otras. Por su parte, los adultos mayormente padecen de problemas neurológicos, degenerativos, por accidentes de tránsito, eventos cerebro vasculares, etc”, explicó la licenciada Diana Sarabia, terapeuta de lenguaje del HGDC.
En algunas de las mencionadas patologías, los pacientes recuperan su capacidad de comunicación en un 100%, como es el caso de quienes tienen inconvenientes fonéticos fonológicos (problemas de articulación, acentuación, entonación, etc), sin embargo, otros casos sólo mejoran su calidad de vida, más no alcanzan una recuperación total de la capacidad de lenguaje, ya que su nivel de daño suele ser permanente. A decir de Sarabia “todo depende del trastorno que presente la persona”.
39.507 terapias de lenguaje se han realizado en Calderón desde la apertura del servicio en el 2015, entre niños y adultos, los cuales llegan referidos del primer nivel de salud o de interconsultas de otras especialidades de la institución, como: neumología, medicina interna, neonatología, pediatría, etc.
“En el Hospital son muy profesionales. Nosotros como padres de familia también tenemos que complementar la terapia en casa. He visto un avance extraordinario de un 80% en mi hija. Desde la primera semana de terapia empezó a balbucear palabritas, en el transcurso de un mes ya se comunicaba con varias palabras y actualmente, luego de tres meses, ya habla muchísimo, para las condiciones médicas en las que fue diagnosticada”, expresó Fanny Paz, madre de una niña paciente de terapia de lenguaje.
Para garantizar avances significativos en menor tiempo, el área de terapia de lenguaje trabaja en equipo con terapia física, terapia ocupacional, psicorehabilitación, psicología y neurología. “El trabajo familiar también es muy importante, sino existe esta ayuda no se cumplen los objetivos que nos vamos trazando y hay que volver al inicio”, explicó la terapeuta del HGDC.
Es importante indicar que la terapia de lenguaje no sólo se basa en hablar, si no en todos los componentes que conforman la comunicación: audición, entendimiento, lenguaje y habla.
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