El primer martes de mayo de cada año se conmemora el Día Mundial del Asma, fecha que tiene el objetivo de concienciar a la población sobre esta enfermedad y sus cuidados. En este sentido, el Hospital General Docente de Calderón (HGDC), como parte del Ministerio de Salud Pública del Ecuador (MSP), está en capacidad de brindar oportunamente: atención, diagnóstico y tratamiento; a los pacientes que presentan este padecimiento.
Según informó el doctor Yant Contreras, médico especialista en Neumología del HGDC, hace 5 años atrás se pensaba que el asma sólo era una enfermedad obstructiva de la vía aérea, sin embargo, en la actualidad se sabe que también es una patología de tipo inmunológica, medida por un proceso inflamatorio que produce disminución del calibre del bronquio. “Es una enfermedad no curable, pero es netamente reversible y controlable”, expresó.
Dentro de la población Latinoamericana se dice que alrededor de 3 de cada 10 personas sufren de asma. En Calderón no es la excepción, pues de los 30 pacientes diarios que atienden los médicos neumólogos en consulta externa, entre 7 y 8 son asmáticos.
“El asma tiene muchos componentes fisiopatológicos. Uno de ellos es la heredabilidad. Casi el 95% de pacientes asmáticos tiene historia familiar de asma. Sin embargo, existen otras condiciones socio ambientales que también pueden producirla, como el contacto permanente con irritantes de la vía aérea, por ejemplo: el humo de cigarrillo o leña”, indicó el neumólogo.
Los pacientes con un diagnóstico presuntivo de asma llegan al Hospital General Docente de Calderón derivados de los centros de salud, es decir del primer nivel de atención. En la institución se investiga sobre las posibles causas, a través de la elaboración de una buena historia clínica y una espirometría, examen encargado de determinar la función pulmonar.
“Si el diagnóstico es positivo se procede a dar el tratamiento necesario a los pacientes. Básicamente consiste en la ingesta de corticoides, que son la piedra angular para el tratamiento del asma. Tenemos corticoides inhalados, como la fluticasona que está en el cuadro básico de medicamentos del MSP. Además, tenemos corticoides sistémicos como: prednisona y dexametasona. De igual manera, contamos con otro tipo de medicamentos como: tiotropio y salbutamol. En sí, el Hospital cuenta con un buen stock para el tratamiento de asma”, explicó Contreras.
Aquellos casos de difícil control son derivados a unidades de salud de tercer nivel, mientras que los pacientes controlados regresan al primer nivel. No obstante, hay casos intermedios con razones específicas que permanecen en Calderón.
Es importante indicar que los pacientes con asma pueden hacer una vida normal, siempre y cuando cuenten con el tratamiento necesario, en donde se incluye la práctica de ejercicio diario. Ante la sospecha de asma por síntomas característicos como: tos, disnea (ahogo) y sibilancia (sonido silbante al respirar) de predominio nocturno y matutino; acuda a los centros de salud de primer nivel para su revisión.
El Hospital General Docente de Calderón (HGDC) además de los servicios de salud que brinda a la ciudadanía en general, cuenta con la Unidad de Seguridad, Salud Ocupacional y Ambiente, la cual se encarga de velar por el bienestar de los funcionarios de la institución, amparada en la Política Nacional de Salud en el Trabajo 2019 – 2025, impulsada por el Gobierno Nacional, a través del Ministerio de Salud Pública.
El objetivo de la mencionada política nacional es fortalecer el acceso a los servicios de salud ocupacional y mejorar la articulación entre el Ministerio de Salud, el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social y el Ministerio del Trabajo; en beneficio de las y los trabajadores en todo el país.
“En lo que concierne al Hospital, tenemos una programación anual con todos los funcionarios. Los llamamos a un control periódico de acuerdo a su grupo laboral: administrativos y operativos; para atenderlos de manera ordenada según un calendario”, informó el doctor Fernando Chan, médico en funciones hospitalarias de salud ocupacional del HGDC.
El riesgo de mayor predominancia para el personal que labora en el HGDC, es el biológico, debido a la alta exposición a las diferentes enfermedades que se tratan en el establecimiento. Para contrarrestar esto, una de las actividades que se ejecutan con regularidad son las jornadas de vacunación periódicas para prevención de hepatitis b, influenza, dipteria y tétanos.
Además de los riesgos virales, en el área de seguridad y salud ocupacional se atienden otros casos comunes entre los trabajadores, los cuales están identificados con los pacientes de acuerdo a su edad. Los jóvenes por ejemplo, padecen de dolores corporales producto de malas posturas al manejar equipos informáticos o a causa de lesiones deportivas. Por su parte, las personas de mayor edad presentan problemas de espalda, de deambulación y de insomnio, entre otros.
Asimismo, como en cualquier otra institución o empresa, existen varias eventualidades más que merman el rendimiento de los trabajadores, como el estrés o los accidentes que se pueden presentar en las inmediaciones del lugar de trabajo, o incluso fuera de él.
Ante esta diversidad de riesgos laborales, las entidades públicas y privadas tienen que promover actividades de promoción de salud en el trabajo, prevención de riesgos laborales, vigilancia de la salud, asistencia médica, investigación de enfermedades profesionales y accidentes de trabajo; de acuerdo a la Política Nacional de Salud en el Trabajo 2019 – 2025.
El Hospital General Docente de Calderón (HGDC) no sólo ofrece servicios de salud a sus pacientes, también les brinda contención, a través del área de trabajo social, especialidad encargada de velar por los derechos humanos de las personas, para que alcancen un desarrollo dentro de la colectividad.
Varias de las enfermedades o problemas que presentan los pacientes que acuden al Hospital, tienen un trasfondo vinculado a su entorno, el cual incide directamente en su bienestar emocional. Luego de una minuciosa investigación, el personal de trabajo social realiza un plan de tratamiento para cada persona, según su caso.
“El rol del trabajador social es de ser orientadores y mediadores. Buscamos la mejor opción para dirigir a los pacientes, para que con sus propias fortalezas puedan cambiar su estilo de vida. ¿Qué está afectándole para que su enfermedad o caso progrese? Analizamos la situación: económica, familiar, psicológica, de vivienda y de salud; para determinar el origen del malestar”, explicó la licenciada Narcisa Navarrete, trabajadora social del HGDC.
Una vez detectado el problema, los profesionales localizan a un familiar del paciente y lo capacitan, de manera primordial en la importancia de su acompañamiento, ya que la enfermedad no sólo es de quien la padece, sino de todo su entorno, a decir de Navarrete.
Los casos más comunes que el personal de esta área trata a diario en Calderón, están relacionados a: intentos autolíticos, depresión, adultos mayores, madres adolescentes y menores de edad.
“Los servicios que más requieren de nuestro trabajo son: ginecología, medicina interna y emergencias. Todos los días tenemos madres adolescentes desde 13 y 14 años de edad. De igual manera nos llama mucho la atención el número de intentos autolíticos de personas por problemas personales que llegan a emergencias, mientras que en medicina interna hay muchos adultos mayores abandonados por sus familiares”, relató la trabajadora social.
El Hospital cuenta con 3 trabajadoras sociales capacitadas para dar el soporte necesario a los pacientes, como parte de un amplio grupo de trabajo del Hospital, que lo conforman: médicos especialistas, enfermeras, psicólogos, atención al usuario, salud mental, entre otras.
“Ayudar a los pacientes y sus familias es gratificante. Cada día nos renovamos de espíritu, de energía positiva y seguimos firmes para apoyar a nuestros pacientes. Orgullosamente lo digo, me siento muy feliz de ser trabajadora social, porque me ha engrandecido el alma”, finalizó Navarrete.
El Trastorno del Espectro Autista (TEA) es un trastorno de origen neurobiológico, que inicia en la niñez y dura a lo largo de la vida de una persona, afectando principalmente su capacidad de interacción con los demás.
En este sentido, el Hospital General Docente de Calderón (HGDC), además de personal profesional capacitado y equipamiento adecuado, cuenta con 3 áreas fundamentales para la atención a pacientes con trastorno del espectro autista, con el fin de mejorar su calidad de vida. Si bien estas áreas son diversas: neurorehabilitación infantil, terapia de lenguaje y terapia ocupacional; se complementan para mejores resultados.
En lo que refiere exclusivamente a la neurorehabilitación infantil, la especialista en el área, Diana Santana, explicó que se enfoca en el equilibrio, la coordinación y la propiocepción; es decir, en todo lo que va relacionado al entorno del paciente. “¿Cómo se mueve? ¿Cómo se siente? ¿Cómo se traslada para poder ser más independiente?”.
“Lo principal para un tratamiento efectivo es trabajar en la seguridad y la confianza del paciente, para encontrar su estabilidad emocional. También es importante que podamos tratarlos desde temprana edad para que su evolución sea mayor”, indicó la neurorehabilitadora infantil.
Actualmente, dos niños con autismo son atendidos en el HGDC, los cuales han evolucionado favorablemente gracias a las terapias recibidas. “Dilan por ejemplo, cuando llegó al Hospital no le gustaba que lo toquen, incluso era un tanto agresivo, pataleaba. Hoy en día, ya sabe todas las rutinas, es más independiente y cariñoso”, relató Santana.
El trabajo que realizan en casa los padres de familia también es de vital importancia, ya que ellos en la cotidianidad detectan las falencias que presentan sus hijos, para reportarlas a los terapistas durante las citas, además acompañan el tratamiento mediante las indicaciones del personal de salud.
“Al inicio fue muy difícil, no sabía qué hacer, sin embargo, con el tiempo he ido comprendiendo cómo es el autismo, y sé que tengo que seguir adelante por mi hijo. A él le encanta venir a las terapias en el Hospital, ha mejorado bastante con ellas”, expresó Rosa Infante, madre de familia de Dilan, paciente con autismo del HGDC.
Sin duda, es un reto para las familias enfrentar al autismo cuando uno de sus miembros lo presenta, sin embargo, con las diversas alternativas de tratamiento, los pacientes tienen mayores posibilidades de mejorar su calidad de vida, más cuando inician desde temprana edad. El acompañamiento de los seres queridos es transcendental para ello.
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