El pterigium es una de las patologías más frecuentes que se presenta en el servicio de oftalmología del Hospital General Docente de Calderón (HGDC); es un infiltrado fibro vascular de conjuntiva que se localiza en la parte conjuntival y se puede extender en la parte corneal, por esta razón los pacientes mencionan tener una carnaza en el ojo, ya que la disposición del pterigium es triangular y se sobrepone invadiendo la córnea.
Gladys Granado, oftalmóloga del HGDC, indica que el pterigium no aparece rápidamente sino que se va desarrollando poco a poco, primero aparece una lesión conjuntival blanquecina-amarillenta que va creciendo, en los primeros estadios se va a usar tratamientos tópicos anti inflamatorios, lubricantes oculares y cuidados generales, posteriormente se valora el pterigium y si es avanzado se indica técnicas quirúrgicas para poder retirarlo, todo depende de los estadíos que permiten determinar el tratamiento.
El paciente con pterigium, que no realice los tratamientos a tiempo, está expuesto a que este cubra totalmente la córnea, avanzado hasta la zona pupilar lo cual puede causar una pérdida de la visión al cubrir la mayor superficie corneal, en estos casos el tratamiento es una cirugía sencilla que no requiere de reposo hospitalario sino cuidados ambulatorios y controles posoperatorios que en dos o tres meses ya se puede dar el alta.
Los síntomas son incómodos para el paciente porque existe constante lagrimeo, ojos rojos, sensación de cuerpo extraño, picazón, ardor; y está asociado a las personas que están en ambientes al aire libre que son propicios para el aparecimiento y desarrollo de éste ya que al estar expuestos a factores ambientales de riesgo provoca que el pterigium se inflame y vaya manifestándose la sintomatología, que es lo que finalmente llevará, a quien lo padezca, a la consulta en un hospital.
Sin embargo no se debe acudir al hospital sólo cuando una patología ya está avanzada; Granado recomienda un control oftalmológico, sin necesidad que ya padezca una enfermedad y que lo más acertado es realizar controles en inicios de edad como: preescolar, la adolescencia y la adultez, más aún si existe una enfermedad crónica, ya que esto permite saber si hay o no alteraciones visuales.
Así mismo insta a promover una cultura de cuidado, como evitar restregarse los ojos, aplicar lágrimas artificiales, usar gafas con protección UV, ya que al estar ubicados en la zona de la mitad del mundo donde la incidencia de rayos solares es perpendicular, aumenta el riesgo.
“Este trabajo de revolución en salud se ha dado gracias al sacrificio de cada uno de ustedes… Este hospital marca un hito en la historia del país porque fue el primero que se construyó después de 30 años de abandono de la infraestructura sanitaria en la capital de los ecuatorianos”, fue parte del discurso de la viceministra de Atención Integral de Salud, Patricia Granja, al conmemorarse el segundo aniversario del hospital General Docente de Calderón (HGDC), al norte de Quito.
En el evento que se llevó a cabo el 14 de julio de 2017, se realizó un reconocimiento a las actividades, procesos y profesionales de salud más destacados del HGDC y contó con la participación de las principales autoridades de la coordinación zonal 9, Universidad Central del Ecuador, representantes de la Red Pública y Complementaria de Salud, funcionarios, líderes comunitarios, entre otros.
En el marco de esta celebración, la viceministra Granja recorrió las áreas de Emergencia y Centro Quirúrgico, donde constató las mejoras implementadas y la habilitación del área quirúrgica, la cual se encuentra en excelente estado y en fase de limpieza y esterilización para entrar en funcionamiento con 6 quirófanos, que completan el 100% de funcionamiento del Hospital y maximizarán su capacidad resolutiva.
Además, la viceministra Granja manifestó algunos logros en los dos años de atención a la ciudadanía. “Se han realizado más de 18 mil diálisis, esto es una bendición para los pacientes porque se mejora su calidad de vida y la de su familia. Esta casa de salud integra la atención médica con la docencia e investigación, doy gracias a la Universidad Central del Ecuador por su participación activa. Es uno de los únicos hospitales en el país que aplica la normativa asistencial docente; actualmente se han recibido 1.135 estudiantes de pregrado y 295 de postgrado. En temas de investigación es sorprendente todos los que se ha realizado”, señaló.
Por su parte, Andrés Sotomayor, gerente del Hospital, agradeció a las autoridades que asistieron al evento y destacó los logros más relevantes del hospital dentro de la lógica de brindar un servicio de calidad. Describió cómo se fue dando la apertura paulatina de cada una de las áreas destinadas a prestar servicios en el ámbito de la asistencia especializada y fomentando especialmente la docencia e investigación.
Se destacó que en el primer año de funcionamiento del hospital se realizaron más de 260 mil atenciones en 34 especialidades por Consulta Externa y Emergencia; un total de 3.690 partos atendidos; este hospital es reconocido por su atención integral y la atención que brinda a más de 980 mil pacientes de las zonas de Calderón, Llano Chico y Guayllabamba, además de toda la zona norte del país, entre otros logros.
Manuel de 91 años, viaja desde Loja a Quito, cada vez que su hija mayor llega desde España al Ecuador para reunirse con su familia. En esta ocasión los riesgos que pueden implicar el desplazamiento de un adulto mayor, se hicieron presentes y lamentablemente durante su estancia en la ciudad, Manuel empezó a perder sus facultades, hasta el punto de encontrarse con la mitad de su cuerpo paralizado.
“Ya llevaba casi tres semanas que dejó de caminar, no podía hablar y dejó incluso de comer o tomar agua…yo pensé en que ya era el fin, pero debía agotar todos los recursos” indica Guadalupe, otra de sus hijas. Es así que llegaron al HGDC por emergencia con la mitad de su cuerpo paralizado, problemas en la tráquea y deshidratación. Desde el ingreso fueron atendidos de la mejor forma y con agilidad, el médico de turno ordenó aplicar un suero y realizar una tomografía que de manera inmediata permitió encontrar un gran coágulo en el cerebro.
Ante esta situación el especialista en neurocirugía Dr. Diego Álvarez, explicó que la mayoría de las personas de la tercera edad sufren caídas y golpes en donde puede provocarse un trauma craneal como el caso de Manuel, quien fue perdiendo la fuerza de todo el lado izquierdo del cuerpo hasta no poder levantarse, dejó de hablar, caminar, sumado a un dolor de cabeza permanente, era vital una cirugía inmediata.
Para poder llevar a cabo esta cirugía se brindó información a los familiares sobre el procedimiento que duraría alrededor de 45 minutos, recalcando además que los pacientes operados ante situaciones similares, han salido completamente recuperados y sin secuelas, este hospital cuenta con un buen equipo de trabajo, tecnología y dispositivos necesarios para la intervención.
Álvarez señala que realizar la extracción de este coágulo en un adulto mayor, implica un alto riesgo anestésico, ya que no tiene la misma capacidad pulmonar que un adulto joven “Es necesario entubar para respiración artificial, dónde el resultado no es siempre favorable, puede derivar en una terapia intensiva poniendo en riesgo su vida” por lo que el HGDC ha implementado una técnica para operar en este tipo de casos, con anestesia local en el sitio donde se hará el abordaje, con una sedación para no traumatizar con el proceso de cirugía disminuyendo el riesgo anestésico.
Pese a ser un hematoma que cubre todo el hemisferio, se intervino por un pequeño orificio de aproximadamente 1 cm. tras lo cual Manuel, salió de cirugía, despierto y empezó a recuperará las funciones motoras que tenía perdidas, Manuel salió hablando, conversó con sus hijas a quienes pedía una taza de café “…en estás cirugías se presenta una recuperación drástica” señala Álvarez.
Al día siguiente Manuel, estuvo como si nada le hubiera pasado, se le colocó un drenaje para sacar los restos del coágulo y garantizar que se expulse cualquier residuo, luego de 72 horas se dio el alta y diez días después se realizó un control en la consulta externa donde estuvo muy jovial y conversando el retorno a sus actividades en casa.
Guadalupe con una gran emoción y después de haber acompañado varios días a su padre en este establecimiento de salud en la cirugía y en las citas subsecuentes, indica “El cuidado de un mayor, es una gran responsabilidad aún más si acude a un hospital pues este llega muy delicado de salud y puede ser, como es mi caso, que tenga que ser operado con un alto riesgo de su vida… el trabajo de ustedes es sorprendente, aquí nos devolvieron la esperanza y nos dejaron ver que un hospital público con tanta calidad profesional y humana, si es posible!”
Han pasado veinte días desde el ingreso de Manuel a la emergencia del HGDC y como comenta su hija, el día jueves regresarán caminando de la mano, a su querida Loja para disfrutar de sus paisajes, su calor y su tan anhelado café.
El 28 de junio se celebró el Día Mundial contra la Hepatitis, con la finalidad de aumentar los esfuerzos nacionales e internacionales de lucha contra esta enfermedad a través de campañas e informativos que permiten orientar sobre la infección, tomar medidas positivas, motivar a realizarse pruebas y tratamientos para reducir las muertes predecibles por estas infecciones prevenibles y tratables.
La hepatitis es una inflamación del hígado que puede ser aguda o puede ser crónica. Existen diferentes tipos, donde las virales A, B, C, D y E, son las más comunes; también existen las hepatitis tóxicas que pueden ser secundarias inducidas por fármacos, analgésicos, antituberculosos, así mismo existen las hepatitis autoinmunes, entre otras.
El Dr. Santiago Bustos, gastroenterólogo del HGDC señaló que “La más común en nuestro medio es la tipo A, que está presente en las heces de las personas infectadas y casi siempre se transmite por el consumo de agua o alimentos contaminados cuyo período de incubación, desde que inicia la infección hasta que se desarrollan los síntomas, es variable y puede llevar desde dos semanas hasta dos meses dependiendo del estado inmune del paciente; las otras como la B y C son por transmisión sexual, trasfusiones sanguínea, compartir jeringuillas contaminadas o también puede transmitirse de la madre infectada al hijo durante el parto”
La infección aguda de la hepatitis puede acompañarse de pocos síntomas o de ninguno; también puede producir manifestaciones como la ictericia, que es coloración amarillenta de la piel y los ojos, orina oscura, fatiga intensa, náuseas, vómitos y dolor abdominal. Cuando la hepatitis es grave puede desencadenar insuficiencia hepática caracterizada por sangrados (encías, ese fecales, vómito con sangre, hemorragia sub epitelial en la piel) y alteración del estado de conciencia.
Lavarse las manos, manipular correctamente los alimentos, tomar agua hervida o embotellada son acciones preventivas que se deben tomar y que se encuentran al alcance de las manos, y también existe la vacunación tanto de la hepatitis A como la B que es muy efectiva. Además es importante tener presente que el tratamiento apropiado de las hepatitis puede evitar la aparición de las graves complicaciones, potencialmente mortales, como son la cirrosis y el cáncer de hígado.
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