El Centro de Equidad y Justicia como parte de la Secretaría de Seguridad del Municipio de Quito plantea espacios de capacitación para sensibilizar a los actores sociales y funcionarios de las instituciones de la parroquia de Calderón para que desde cada una de ellas se pueda prevenir e identificar la violencia de todo tipo.
En el HGDC desde hace 3 semanas se vienen realizando capacitaciones a todo el personal en temas como violencia de género, violencia intrafamiliar, maltrato infantil, violencia sexual y la ruta de la atención en casos de violencia. 200 profesionales de áreas como Ginecología, Pediatría, Emergencia, Cirugía, Trabajo Social y Psicología han participado hasta el momento.
Estas capacitaciones buscan romper estigmas y brindar herramientas para que el personal de salud pueda identificar casos de violencia y guiar con sensibilidad a los ciudadanos para que reciban una atención adecuada y continuarán hasta finales del mes de septiembre para alcanzar a la totalidad de profesionales de la salud, entre los que se encuentran médicos, enfermeras, auxiliares de enfermería, camilleros y además personal de atención al usuario.
Gabriela Parra, Coordinadora del Centro de Equidad y Justicia señaló que el objetivo de esta capacitación al personal del Hospital es eliminar los mitos sobre el seguimiento de estos casos y asegurar que el personal de salud se convierta en un apoyo para orientar y apoyar a que la persona violentada pueda denunciar y salir de un entorno violento.
José Toctahuano, cirujano general y Tatiana Torres, enfermera de Emergencia, resaltaron que estas capacitaciones permiten compartir ideas entre el personal de salud para mejorar el entendimiento de la realidad de los pacientes y darles una atención integral con calidad y sensibilidad, ya que en el Hospital son atendidos diariamente víctimas de violencia de todo tipo que requieren un servicio amigable y que evite su revictimización.
Una adecuada nutrición es indispensable para llevar de la mejor manera los tratamientos de salud en los hospitales. La alimentación sana y equilibrada es fundamental para la obtención de un óptimo estado de salud; por eso los pacientes del Hospital General Docente de Calderón (HGDC) son atendidos no solo desde el punto de vista médico sino también, desde el nutricional. Una mala alimentación puede desencadenar una complicación en su padecimiento, que desfavorezca al tratamiento médico.
En el Hospital Docente de Calderón existe el proceso de alimentación, nutrición y dieto terapia que se encarga de dar seguimiento y verificar que la alimentación en las distintas áreas del hospital, sea la adecuada para cada tipo de tratamiento o persona. Es así que se cuenta con una dieta distinta según el tratamiento como por ejemplo en el caso de enfermedades crónicas no transmisibles o también par alimentación enteral (fórmulas farmacéuticas) por las vías más convenientes y recomendadas por el médico especialista.
Las actividades de alimentación o producción de alimentos, consisten en el manejo y acción de la información adecuada, que el nutricionista-dietista, recibe, valida y supervisa; él a su vez da indicaciones a la empresa externalizada, que cuenta con 17 trabajadores por turno, para la preparación de los alimentos.
En hospitalización, el especialista en nutrición, pasa visita por los pisos coordinando con los médicos tratantes, que son quienes prescriben la alimentación, verificando lo que es más adecuado para el paciente, aquí también se cuenta con interconsulta para valoración con pacientes con problemas crónicos como diabetes o hipertensión.
Como señala el Lcdo. Ricardo Checa, líder del proceso de alimentación, nutrición y dieto terapia del Hospital, hay un seguimiento y control importante con todos los pacientes, sin embargo existe énfasis en la alimentación de los pacientes crónicos y aquellos de la unidad de diálisis, quienes atraviesan por tratamiento sustitutivo de la función renal, en donde son valorados mensualmente por el proceso de nutrición dónde reciben recomendaciones nutricionales para mejorar, desde su alimentación, su vida en general.
En el HGDC, se entrega un promedio de 9.076 raciones alimenticias durante el mes, más un promedio de 5.700 refrigerios entre las comidas a todos los pacientes.
Al llegar a un servicio de salud se desconoce todos los procesos que se llevan a cabo para brindar con calidad y calidez los servicios que demanda cada usuario. Este es el caso del centro de esterilización, el cual trabaja para todas los servicios de un hospital, evitando riesgos de expansión de nuevas enfermedades.
La central de esterilización es el corazón de un hospital, ya que de allí se despliega todo material que va a ser utilizado en cada paciente que llega al hospital, desde material blanco (fungible), bajalenguas, aplicadores, tampones, gasas; hasta equipo especifico de las especialidades o para las cirugías. Como indica la Lcda. Alexandra Velarde, líder del proceso de la Central de esterilización, “es una fábrica donde se hace productos estériles que son utilizados por todos los pacientes que ingresan al hospital”.
La importancia de esterilizar es garantizar que aquellos pacientes que ingresan al hospital para restablecer su salud; se recuperen y no adquieran una nueva enfermedad añadida a su enfermedad actual, ya que en el ambiente hospitalario deben convivir con muchas otras bacterias que no necesariamente existe en la comunidad, lo cual podría contagiar de otro tipo de patologías, de no ser por la labor del proceso de esterilización.
Existen tres áreas: roja (sucia), azul (limpia) y verde (estéril). El proceso inicia cuando en el área roja se recibe el instrumental utilizado (contaminado) de todos los servicios del hospital: emergencia, quirófanos, obstétrico, etc.; para luego proceder a realizar la descontaminación, que es un lavado en detergente especial que degrada la materia biológica y las bacterias, luego, se realiza un enjuague y desinfección de alto nivel para pasar al área limpia. En esta área azul (limpia) se revisa, instrumento por instrumento, que este cumpla con su función efectivamente de acuerdo a los estándares de calidad.
Una vez verificado que todo esté en perfecto funcionamiento, se empaca por medio de diversas técnicas, para esterilizar en vapor. En caso de material que no resiste altas temperaturas se esterilizará a 50º-60º y en el resto de instrumental a 121º-134º. Así, los instrumentos y materiales se remiten al área estéril, donde los cuidados de limpieza y vestimenta son mayores para evitar contaminación, mientras se organiza en estanterías el material para su posterior distribución a los servicios del Hospital.
En el centro de esterilización donde trabajan 29 personas en horarios rotativos para cubrir las 24 horas ininterrumpidas, se esterilizan y preparan más de 4600 libras de instrumental y más de 1300 paquetes diarios de material blanco.
El Hospital General Docente de Calderón enfrenta siempre nuevos desafíos, que ponen en evidencia la calidad y profesionalismo del personal de salud con el que cuenta. El día martes 16 de agosto durante 6 horas, el equipo de cirugía realizó una colectomía total laparoscópica.
La colectomía total laparoscópica, es el procedimiento en el cual se realiza la extirpación de todo el colon, esto ocurre en ciertas patologías para prevenir un potencial cáncer, explicó el Dr. Paúl Quiñónez, especialista en cirugía general. “Así fue el caso de esta paciente de 26 años, quien tenía un síndrome de poliposis adenomatosa familiar y que, de acuerdo a la patología, tendría un 95% de probabilidades de padecer cáncer de colon a sus 40 años de vida” concluyó el médico.
Para poder realizar esta delicada cirugía se contó con una gran ventaja, ya que se había recibido a tiempo un diagnóstico realizado por la especialidad de Gastroenterología, tras lo que se realizó una interconsulta con Cirugía General y se definió la urgencia y la necesidad de realizar la extracción del colon.
El procedimiento, consiste en introducir la cámara a través de los trócares, un equipo laparoscópico que permite realizar la cirugía mediante video. Una vez colocados los 5 trócares, se procede a realizar ligaduras, se secciona el órgano, se extrae el colon y finalmente se realizan auto suturas, lo que garantiza que el paciente pueda evacuar sus desechos normalmente a pesar de no tener colon.
Este procedimiento se efectúa normalmente por vía abierta, pero en esta ocasión, al contar con el equipamiento y profesionales de excelencia y además optimizar recursos y tiempo, se la hizo por vía laparoscópica.
La diferencia entre una intervención vía laparoscópica con la cirugía abierta es que permite la reducción del dolor postoperatorio, reduce el tiempo de hospitalización, la recuperación es más corta y es menor el período de incapacidad laboral, reduciéndose a varios días. Esto no ocurre con la técnica convencional (abierta) en la cual se deben hacer cortes de grandes magnitudes y el tiempo de recuperación es de dos semanas como mínimo, tiempo durante el cual un ciudadano debe permanecer bajo cuidado médico y fuera de sus actividades laborales.
La colectomía total está indicada en casos muy especiales, la patología por la que se realiza no es muy frecuente en el país, por tal razón el equipo de cirujanos consideran que es una suerte haber podido realizar una cirugía de esta categoría y complejidad en el Hospital General Docente de Calderón, lo cual les permite estar orgullosos de que la paciente pueda llevar una vida normal, sin el riesgo de que a los 40 años, su vida se vea en peligro por un cáncer de colon.
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