El lupus eritematoso sistémico es la enfermedad más representativa de todas las enfermedades autoinmunes, es decir, que se produce por una alteración en el sistema de defensa del cuerpo humano, el cual normalmente es el encargado de defendernos de las bacterias, virus y parásitos. El 10 de mayo se conmemora el Día Mundial del Lupus, patología que también es tratada con éxito en el Hospital General Docente de Calderón (HGDC).
A decir del doctor Ricardo Bedón, médico internista del HGDC, en algunas circunstancias el sistema inmunológico actúa fuera de lo normal, en lugar de defendernos, ataca a cualquier órgano de nuestro cuerpo, desde la piel hasta los miembros internos y articulaciones del sistema músculo esquelético.
“Los órganos más afectados suelen ser la piel, articulaciones y riñón. Usualmente esta enfermedad se desencadena por la exposición a los rayos ultravioletas. El sol tiene una influencia muy importante en la actividad de la enfermedad. Mientras menos exposición al sol exista, el lupus pasará inactivo la mayor parte del tiempo”, explicó Bedón.
En décadas pasadas el lupus era considerado mortal, debido a que no existían los fármacos que se tienen hoy en día. A partir del desarrollo de nuevos medicamentos, esta patología ha podido ser controlada, como sucede con la diabetes e hipertensión, las cuales no se curan, pero pueden ser sobrellevadas. “Con un tratamiento médico adecuado y un seguimiento oportuno, el lupus puede permanecer inactivo durante una buena parte de la vida del paciente”, agregó el médico internista.
Si bien esta enfermedad no distingue entre edad, raza y sexo; las mujeres son más propensas a desarrollarlo, al igual que la población afro. La relación de casos existentes, es de 50 a 150 por cada 100 mil habitantes. “El lupus no es una enfermedad prevalente, es una enfermedad rara, pero la vemos frecuentemente en los pacientes del Hospital”, dijo Bedón.
Los pacientes que llegan a Calderón con lupus normalmente son referidos de la atención primaria, es decir, de los centros de salud. Una vez instalada la sospecha de lupus en el personal médico primario, basada en los síntomas más comunes de la enfermedad, tales como: dolor articular, sensación de cansancio intenso, erupciones en la piel (principalmente a nivel del rostro), caída de cabello, orina espumosa, palidez de las extremidades distales de los dedos y úlceras en la mucosa oral; transfieren al paciente para confirmar el diagnóstico presuntivo en el segundo nivel de atención, al cual pertenece el Hospital.
“Actualmente atendemos a alrededor de 20 a 25 pacientes con lupus, en su gran mayoría mujeres. El 90% de ellos están estables, reciben su tratamiento y se encuentran en seguimiento permanente en medicina interna”, finalizó.
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