Manuel de 91 años, viaja desde Loja a Quito, cada vez que su hija mayor llega desde España al Ecuador para reunirse con su familia. En esta ocasión los riesgos que pueden implicar el desplazamiento de un adulto mayor, se hicieron presentes y lamentablemente durante su estancia en la ciudad, Manuel empezó a perder sus facultades, hasta el punto de encontrarse con la mitad de su cuerpo paralizado.
“Ya llevaba casi tres semanas que dejó de caminar, no podía hablar y dejó incluso de comer o tomar agua…yo pensé en que ya era el fin, pero debía agotar todos los recursos” indica Guadalupe, otra de sus hijas. Es así que llegaron al HGDC por emergencia con la mitad de su cuerpo paralizado, problemas en la tráquea y deshidratación. Desde el ingreso fueron atendidos de la mejor forma y con agilidad, el médico de turno ordenó aplicar un suero y realizar una tomografía que de manera inmediata permitió encontrar un gran coágulo en el cerebro.
Ante esta situación el especialista en neurocirugía Dr. Diego Álvarez, explicó que la mayoría de las personas de la tercera edad sufren caídas y golpes en donde puede provocarse un trauma craneal como el caso de Manuel, quien fue perdiendo la fuerza de todo el lado izquierdo del cuerpo hasta no poder levantarse, dejó de hablar, caminar, sumado a un dolor de cabeza permanente, era vital una cirugía inmediata.
Para poder llevar a cabo esta cirugía se brindó información a los familiares sobre el procedimiento que duraría alrededor de 45 minutos, recalcando además que los pacientes operados ante situaciones similares, han salido completamente recuperados y sin secuelas, este hospital cuenta con un buen equipo de trabajo, tecnología y dispositivos necesarios para la intervención.
Álvarez señala que realizar la extracción de este coágulo en un adulto mayor, implica un alto riesgo anestésico, ya que no tiene la misma capacidad pulmonar que un adulto joven “Es necesario entubar para respiración artificial, dónde el resultado no es siempre favorable, puede derivar en una terapia intensiva poniendo en riesgo su vida” por lo que el HGDC ha implementado una técnica para operar en este tipo de casos, con anestesia local en el sitio donde se hará el abordaje, con una sedación para no traumatizar con el proceso de cirugía disminuyendo el riesgo anestésico.
Pese a ser un hematoma que cubre todo el hemisferio, se intervino por un pequeño orificio de aproximadamente 1 cm. tras lo cual Manuel, salió de cirugía, despierto y empezó a recuperará las funciones motoras que tenía perdidas, Manuel salió hablando, conversó con sus hijas a quienes pedía una taza de café “…en estás cirugías se presenta una recuperación drástica” señala Álvarez.
Al día siguiente Manuel, estuvo como si nada le hubiera pasado, se le colocó un drenaje para sacar los restos del coágulo y garantizar que se expulse cualquier residuo, luego de 72 horas se dio el alta y diez días después se realizó un control en la consulta externa donde estuvo muy jovial y conversando el retorno a sus actividades en casa.
Guadalupe con una gran emoción y después de haber acompañado varios días a su padre en este establecimiento de salud en la cirugía y en las citas subsecuentes, indica “El cuidado de un mayor, es una gran responsabilidad aún más si acude a un hospital pues este llega muy delicado de salud y puede ser, como es mi caso, que tenga que ser operado con un alto riesgo de su vida… el trabajo de ustedes es sorprendente, aquí nos devolvieron la esperanza y nos dejaron ver que un hospital público con tanta calidad profesional y humana, si es posible!”
Han pasado veinte días desde el ingreso de Manuel a la emergencia del HGDC y como comenta su hija, el día jueves regresarán caminando de la mano, a su querida Loja para disfrutar de sus paisajes, su calor y su tan anhelado café.
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